Ya más de dos semanas que el país se encuentra sumido en una crisis política, ideológica, y económica, donde un pueblo se ha levantado pero lamentablemente dividido.
Nuestra organización ha sufrido los embates de la situación política repercutiendo en nuestras actividades formadoras. Talleres y giras han tenido que ser suspendidas por la incertidumbre que se vive, en especial por guardar la integridad de los jóvenes con quienes trabajamos. Hemos continuado labores de una forma más administrativa, aprovechando el espacio para realizar reuniones y terminar procesos que de una u otra forma se encontraban engavetados, sin embargo nuestra alma es errante y necesita salir, expresarse y más que nada transmitir la metodología que hemos desarrollado no para oficinas sino para el campo.
Desde los comienzos de esta situación hemos alzado nuestra voz, marchando por lo que creemos justo, por esa cultura de paz, que es la que hemos tratado de transmitir a lo largo de 11 años, no con palo en mano ni con camisas blancas sino con nuestro arte, con esa batucada sonando fuerte y clamando la libertad de expresión, de pensamiento y de acción. Desgraciadamente, las posiciones que se han tomado respecto al conflicto que se está viviendo actualmente en nuestra Honduras son bastante cerradas y radicales. Se ha cumplido con total éxito la tarea que se han planteado por años algunos “conocidos sectores”: polarizar y dividir al pueblo a través de la manipulación descarada. El pueblo ha caído en la trampa, y ahora nos encontramos con ésta común posición: “si no estás conmigo estás contra mí” (José Manuel Cerrato, colaborador de Arte Acción). Como artistas somos sensibles a la situación tenemos la necesidad de expresarnos, como organización la incertidumbre nos aleja de nuestro quehacer, nos pone trabas para trabajar.
La situación cultural también está en crisis, esto directamente e indirectamente nos afecta, proyectos con las casas de la cultura han sido marginados por “ser manipulaciones de ideologías (utilizando el termino gastado ochentero) izquierdistas propuestas por el chavismo”, las bibliotecas acusadas de proliferar un pensamiento comunista, y el trabajo artístico involucrado directamente a estas partes parado. Nosotros no hemos estado exentos. Ya hemos pedido utilizar el diálogo y la objetividad para resolver conciliatoriamente los problemas que acechan a nuestra Honduras, pedimos que se nos permita trabajar, que como artistas mantengamos una unión, que usemos nuestro talento para exigir que seamos libres de expresarnos, que no exista violencia sin importar los criterios de cada quien y que se restablezca el orden constitucional.
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