Red Mesoamericana de Arte: Centro america joven contra el golpe en Honduras

Las organizaciones socias del Programa de Seguridad Juvenil en Centroamérica (PSJ) manifiestan su conmoción ante la crisis institucional que atraviesa el hermano país de Honduras, desde que el pasado 28 de junio se consumara ahí un Golpe de Estado.

Los hechos ocurridos en Honduras se adecúan a la presente definición: Golpe de Estado es la acción de apoderarse violenta e ilegalmente del gobierno, o de usurpar uno de los poderes del Estado. En este caso, ocurrió eso de la siguiente manera:

El Presidente de la República popularmente electo mediante el voto fue privado de su libertad, retenido y exiliado de Honduras con exceso de fuerza.
Las Fuerzas Armadas actuaron ilegalmente cuando en lugar de poner a disposición al Presidente Manuel Zelaya ante las autoridades, tal cual establecían las órdenes del Poder Judicial por su desacato a la resolución del Tribunal Electoral de suspender la consulta ciudadana prevista para ese día, éstos lo privaron de libertad, lo trasladaron al aeropuerto y lo forzaron a salir del país.
Aún no es claro de quién es la responsabilidad por esta última decisión entre el Alto Mando de la Fuerza Armada, pero este vacío de legalidad apunta a que dicha institución pudo haber actuado bajo órdenes de sectores que buscaban usurpar el poder.

Las organizaciones socias del PSJ observan con enorme preocupación que, ante esta sucesión de hechos, el respaldo que el Congreso, la Corte Suprema de Justicia, las Fuerzas Armadas y sectores empresariales dieron a la casi inmediata sustitución de Zelaya por el Presidente del Congreso, Roberto Micheletti, constituyen el aval a una gravísima violación del sistema democrático.

Además lamentan profundamente que las medidas inmediatas impulsadas por el autoproclamado gobierno -la instauración del toque de queda, el bloqueo de comunicaciones e información y la obstrucción del trabajo de la prensa internacional, los ataques con gases lacrimógenos, los golpes y balas contra manifestantes afines a Zelaya reunidos frente a Casa Presidencial-, hayan tenido como resultado actos violentos de enfrentamiento entre instituciones y sectores de la población hondureña, a favor y en contra del Golpe, que cobraron varios herido y la vida de Roger Peña, sindicalista atropellado por un comboy militar a inmediaciones de Casa Presidencial el 29 de junio.

Es particularmente abominable que la crisis hondureña se sume a la lista de conflictos que cobran vidas de jóvenes entre sus primeras víctimas. Iris Obed Murillo, de 19 años, recibió un disparo en el cráneo durante los disturbios que incluyeron 11 minutos de disparos por parte de efectivos militares en el aeropuerto de Toncontín, durante el fallido intento de aterrizaje de un avión en que llegaba el depuesto Presidente Manuel Zelaya el pasado 5 de julio.

El PSJ coincide con el repudio generalizado que estos hechos han generado a nivel internacional por parte de gobiernos, organismos multilaterales y redes regionales de organizaciones de sociedad civil. Las resoluciones de respaldo al gobierno de Manuel Zelaya emanadas en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), o el congelamiento de créditos por parte del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) evidencian la tendencia predominante en el concierto internacional a favor del respeto a las normas que rigen a los países que aspiran a la Democracia.

Por todo lo anterior, las organizaciones socias del PSJ instan:

A la sociedad hondureña, a sus líderes políticos y las fuerzas sociales a que redoblen esfuerzos para crear mecanismos y acuerdos que restituyan la institucionalidad vulnerada y los derechos humanos de todos y todas las hondureñas; para buscar la unidad nacional y poner fin a esta crisis institucional que representa no sólo un retroceso para las aspiraciones de paz y justicia social de los pueblos centroamericanos, sino también una herencia de violencia e inseguridad jurídica-política para la niñez y la juventud en la región.
A la comunidad internacional a que se mantenga alerta y unida para contribuir a garantizar la democracia, la alternancia en el poder en el marco de la legalidad, el respeto de los derechos humanos del pueblo hondureño y los límites a intromisiones de gobiernos u organismos fuera del marco del Derecho Internacional.